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Historia
Nuestra Historia
El Restorán Sarita Colonia nace en el año 2000 en el barrio de Bellavista en Santiago de Chile, al poco andar se convierte en el “must” de la escena artística santiaguina y aparecen los “SaritaLovers”.
A cuatro años de su apertura el local cierra y aparecen los “ViudosdeSarita” los cuales durante los diez años de ausencia reclaman su reapertura. Gino Falcone y Jose Salkeld cabezas del nuevo local, trabajan junto a diferentes artistas y cocineros en esta nueva propuesta y así nace Sarita Colonia – Cocina Peruana Travesti, un lugar donde la demencia Kitsch y el maximalismo se expresan para contar diversas historias entrelazadas con lo religioso, la muerte, la vida, la amistad y la gastronomía.
Anita Garrido, Francisco Torres, Cecilia Fisher y Martín Fisher nuestros socios, se unen a la familia Sarita llenando de calidez y hospitalidad el ambiente para recibirlos a ustedes nuestros amigos, ya que es así como consideramos a nuestros clientes. Este es un homenaje a la milagrera apócrifa peruana que es seguida por inmigrantes, presos, homosexuales, transexuales y travestis, donde la rabia marginal es bienvenida y transformada en bálsamo para la tolerancia y el respeto.
A cuatro años de su apertura el local cierra y aparecen los “ViudosdeSarita” los cuales durante los diez años de ausencia reclaman su reapertura. Gino Falcone y Jose Salkeld cabezas del nuevo local, trabajan junto a diferentes artistas y cocineros en esta nueva propuesta y así nace Sarita Colonia – Cocina Peruana Travesti, un lugar donde la demencia Kitsch y el maximalismo se expresan para contar diversas historias entrelazadas con lo religioso, la muerte, la vida, la amistad y la gastronomía.
Anita Garrido, Francisco Torres, Cecilia Fisher y Martín Fisher nuestros socios, se unen a la familia Sarita llenando de calidez y hospitalidad el ambiente para recibirlos a ustedes nuestros amigos, ya que es así como consideramos a nuestros clientes. Este es un homenaje a la milagrera apócrifa peruana que es seguida por inmigrantes, presos, homosexuales, transexuales y travestis, donde la rabia marginal es bienvenida y transformada en bálsamo para la tolerancia y el respeto.
